lunes, 14 de diciembre de 2009


¡SI VEN UN TORPEDO, ES MÍO!

No puedo escribir muy alto porque el submarino ha maniobrado hacia la izquierda para disparar dos torpedos contra el destructor que lleva días siguiéndonos.  La causa de que hayamos hecho tal maniobra es que si disparamos de frente no acertaríamos jamás, pues por falta de dinero, hemos tenido que aprovechar un barco hundido.  A pesar de los arreglos no conseguimos que el agua deje de entrar, y la humedad es tal que cuando hacemos la colada tendemos la ropa fuera. Llevamos seis meses sin salir a la superficie porque no conseguimos que la nave vaya hacia arriba; solo podemos ir hacia adelante y hacia atrás, ah, bueno, y dar la vuelta, aunque siempre a la izquierda. Los encargados del radar jamás lo han visto funcionar, ¡quién sabe!, tal vez tengan razón los que dicen que se trata de una cocina de vitrocerámica pero, ¿qué más da? No disponemos de electricidad desde que enchufamos una radio y una batidora. La radio no dio problemas, pero la batidora hizo vibrar el submarino de tal modo que estuvimos buscando el periscopio tres semanas. Nos llevó dos semanas más ponerlo en su sitio, es decir, en el suelo, junto a un no sé qué que tiene muchos relojes. Cada vez que el capitán dice “abajo el periscopio”, dos marineros lo cogen y sujetan mientras se agarra al mismo y acerca sus ojos. En cierta ocasión fueron dos argentinos los que se hicieron cargo del periscopio. En la radio pusieron un tango. Fue maravilloso ver cómo mientras el capitán miraba por el aparato iban de un lado a otro del puente. El capitán acabó mareado y se retiró a su camarote a navegar en internet. Entonces encontró este blog. Se dijo que qué interesante tener un lugar donde colgar ideas, sueños, realidades, opiniones, y poder leer las ideas, sueños, realidades, opiniones de otros. Completamente ilusionado con el blog ordenó parar los motores para poder seguirlo. Desde entonces nos relevamos en grupos de diez para buscar los motores. ¡Oh, cielos!, hemos contactado con el destructor; ¡también están leyendo el blog! ¡Eso significa que podemos ser amigos! Todos saltamos de alegría y… ¡rayos!, con los saltos se ha salido un torpedo y va hacia… Gracias a que hemos colgado en el blog que un torpedo va hacia ellos, que se aparten, se han apartado.  Ahora el capitán se dedica a éste blog; los demás a todos los blogs del mundo para avisarles de que un torpedo anda suelto.
Enrique