Claxon vespertino
Pedaleo despacio en bicicleta
sosteniendo con descaro las miradas
y las formas de venir:
Pereza de trabajos en el rostro,
sufrimiento agolpado en la espalda,
obligaciones pesadas de rutina
y monotonía uniforme en los andares.
¿Nadie habla ni ríe alto?
En un alarde de pericia y amortiguación
bajo la escalera a trompicones:
Tocaré a diana con el chirrido de los frenos
y los golpes secos sobre el manillar.
Jaime del Egido.