viernes, 28 de mayo de 2010

MIGUEL ESTRADA CAMBLOR



El día que el otoño jugó a ser primavera

Ayer la tarde se quiso vestir
de color Mayo,
pero… huérfana de luz
se vistió de ti.
Una hoja seca
se estrelló en mi vientre
como tus ojos tristes
en Madrid.

Pasaste disfrazada de brisa
dejando en los nogales
un leve fuego de otoño,
y un enorme vacío,
llamado Abril.