Un año glorioso. Me perdí en el Louvre y fui rescatado por náufragos balseros (no, no eran cubanos) que llevaban años tratando de encontrar la salida. Théodore Géricault habría intentado señalar el camino orientado por la imaginación y la maestría. También estimulado por el valor intrínseco que ahora demandaba su obra
Marco Antonio
¡Pero quítate de ahí, hombre!
ResponderEliminarEl famoso listón de madera clara te va a rascar las ideas.
Contamos con tu imaginación y tu maestría.
Gestos glorioso los tuyos no exentos de travesura.
Marco responde:
ResponderEliminarLo más difícil en el Louvre es encontrar un inodoro y La Gioconda