jueves, 3 de junio de 2010

ERNESTO


                            TIEMPO

Tiempo, tengo ganas de conocerte y no lo consigo. Me hiciste crecer el pelo, la barba… pero, cuando te dió la gana,  me lo arrebataste y me lo volviste blanco. ¡Deja de jugar! Quiero conocerte. ¡Soy yo! Y quiero ser tu amigo. ¿No me recuerdas? Aquél al que parecía que no corrías con la diligencia debida cuando quería entrar en las pelis de mayores. Aquél que jamás te podía alcanzar con un coche porque no me dejabas conducir.

Ahora sigo queriendo conocerte, pero todavía no he logrado estrecharte la mano. Te has puesto a correr tan rápido delante de mí que me encuentro asfixiado de seguirte. No te puedo alcanzar. Sigues riéndote de mí. La experiencia vivida no es suficiente para alcanzarte. Pregunto a los mayores y tampoco te pueden parar. Das y quitas razones, pero a mí ya no me vales. Ni de pequeño ni de grande. ¡Me has vencido! Y lo peor es que la vida pasa adosada a ti. ¡Haz lo que quieras de mí!

2 comentarios:

  1. Es el tiempo amigo. Ése aguafiestas al que quiero agarrar por los pelos para romperle las piernas. Pero por más que corra, no consigo alcanzarlo.

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  2. Muy buena esta carta abierta al agitacalendarios.
    Yo me limito a mirarlo de reojo y tirar palante.
    Puede que no sirva de mucho, pero me suena a entente cordiale.

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